Por si aún estuviéramos a tiempo decidimos probar el examen practico para “boina verde”. El parque natural de Torres del Paine tiene varios recorridos largos a través de montañas con formas de lo más caprichosas. El objetivo, recorrer en cinco días la ruta conocida como “la W” sin depender de nadie. Para ello alquilamos una tienda de campaña, un infiernillo de gas, esterillas, y compramos comida adecuada para cinco días.
En este punto me siento obligado a mencionar de nuevo a la naviera Navimag, nos patrocinó los desayunos gracias a las docenas de sobres y botecitos que cogimos de Mermelada, mantequilla, sobres de azúcar, de café…
Copio el diario de viaje:
Primer día: Plantamos la tienda en un camping, es obligatorio acampar en ellos. Aparte de unos baños mínimos solo aptos para emergencias, no existe ningún otro servicio. Vamos, que es una manera de sacarnos dinero. Caminamos ocho horas pero sin las mochila. Dormimos en saco y con toda la ropa que llevamos puesta a la vez. Por mi parte dos pares de calcetines, mallas, pantalones, tres camisetas, sudadera, jersey y cazadora. Aun así jodidicos de frío. Espectacular el paisaje.
Segundo día: las mochilas pesan como plomos. Es mucho el equipo y la comida que llevamos. Andamos 5 horas. Hay que racionar el gas o no nos llegara al ultimo día. Fantástico el paisaje. Se acabó el chocolate! Lo bueno es que se puede beber agua fresquita y rica de cualquiera de los riachuelos que cruzamos.
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| Torres del Paine, Isengard |
Tercer día: Andamos 4 horas. Se agotan las reservas de pan de molde. La situación es tensa. Decidimos comprar en un camping una barra de pan por OCHO EUROS Y MEDIO !!! Por el marisco ni preguntamos. Dormimos fuera de zona permitida. Empiezan a escasear las provisiones. 40 horas sin ducharnos.
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| Desayuno de campaña |
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| Reencuentro con Daniel y Miki |
Cuarto día: Nos dirigimos al glaciar Peloé. Nos queda muy poca comida. Yo no digo nada, pero estos dos empiezan a oler.
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| Glaciar Peloé |
Quinto día: El viento es impresionante, creo que es capaz de levantarnos. Se rompe nuestra tienda de campaña, así como muchas otras. Acabamos 35 personas durmiendo en la tienda de campaña del guardia forestal. No tenemos espacio para todos, tenemos que subirnos unos encima de otros. Así, de mala manera, cual sardinas en su lata, pasamos la noche con unos vendavales tremendos afuera.
Al día siguiente, exhaustos volvimos a Puerto Natale. En los últimos cuatro días solo pudimos ducharnos una vez, y solo nos quedaban cosas sueltas para comer. Nunca mis niveles de tolerancia a la incomodidad y la suciedad estuvieron tan bajos!
Una vez en el hostal de Puerto Natale, me pegué del tirón 28 horas sin salir del hostal. Qué bueno tener una cama! Y comer de un plato y no de un vaso o cacerola!
Pero mereció la pena sin duda la experiencia vivida. Y el parque de Torres del Paine, aunque sea un sacaperras, es increíblemente bonito.
Una vez en el hostal de Puerto Natale, me pegué del tirón 28 horas sin salir del hostal. Qué bueno tener una cama! Y comer de un plato y no de un vaso o cacerola!
Pero mereció la pena sin duda la experiencia vivida. Y el parque de Torres del Paine, aunque sea un sacaperras, es increíblemente bonito.
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6 comentarios
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Nacho Rodrigo
2 febrero, 2013, a las 8:59 (UTC 1) Enlace a este comentario
A quién se le ocurre tienda de campaña!
Haberos hecho un iglú, hombre!
Elveranomaslargo
2 febrero, 2013, a las 13:13 (UTC 1) Enlace a este comentario
Jajaja, si. O habernos metido en un “putiglú”
Jorge Peydro
2 febrero, 2013, a las 15:05 (UTC 1) Enlace a este comentario
joer primo que envidia, que fotos mas chulas
Patri
3 febrero, 2013, a las 22:49 (UTC 1) Enlace a este comentario
Josan, que bonito!!!
Es alucinante, el tiempo, que para todos mide igual y lo que le puede cundir a un Chapulin colorado suelto por la Patagonia.
Me encanta todo!!!
Elveranomaslargo
4 febrero, 2013, a las 1:53 (UTC 1) Enlace a este comentario
Yo también lo pensaba. Parece mentira que solo lleve un mes y que me hayan pasado tantas cosas. Pues prepárate, pequeña, que dentro de nada empiezas tus aventuras!
Miazuldemar
5 febrero, 2013, a las 17:27 (UTC 1) Enlace a este comentario
Pero cómo se te ocurre ir a ahí con vaqueros? Jaja. Pedazo de paisaje. Me encantó. Las penurias se compensan con haber vivido una experiencia única. Dentro de nada se te olvidará que lo pasaste mal en ciertos momentos y te quedarás con la belleza del paisaje y el orgullo de la aventura vivida.
A la espera de más post viajeros!
Mamen.