Paraíso JEJU (1). El Camino de Santiago en una isla del Pacífico.

Yo:Por qué ponéis los dedos haciendo tijera siempre que salís en una foto?

Ella: Porque así se sale más guapo!

Ahhh….   Pues a partir de ahora yo también usaré ese truco de belleza

No me voy a querer ir nunca de aquí!

JEJU es una isla ovalada, con un gran volcán en medio. Tiene un camino que la recorre por toda la costa. Es un camino que te lleva a… otra vez el camino.

JEJU  está entre China, Japón y Corea. Hace años la gobernadora local hizo el Camino de Santiago y volvió encantada. Resulta extraño, pero el Camino es sumamente popular en Corea. Tanto le gustó la experiencia que cuando volvió con su compostelana bajo el brazo, copió directamente la idea en Jeju. Se llama Ruta Ollé, que hasta el nombre lo trajeron de España. 

Este Camino Ollé se puede andar en las dos direcciones, que están señalizadas con flechas azules y naranjas.

Andarlo todo puede costar unos 20 días. A lo largo de la isla hay numerosas Guesthouses, con dormitorios comunes, precio muy razonable, muy buen rollo y a menudo cervecitas, makori y cachondeo por la noche

 Vaya una Guest house!  Las habitaciones son estos tubos frente al mar!

Me pasa constantemente. Pido que me saquen una foto e inmediatamente me piden si se pueden sacar ellos otra conmigo. Incluso alguna vez me han parado y me han pedido directamente hacerse una foto conmigo.

En Corea hay muy pocos extranjeros narigudos de ojos claros. Y eso queda claro en la siguiente historia:  

Las cosas no iban a ser fáciles.

YO: Uy, qué bien! Una oficina de turismo!. voy a entrar

YO: Anyo Gaseó

INFORMADORA: Anyo Gaseó

YO: Por favor, habla espa;ol? Please, do you speak english?

INFORMADORA: Anyo anyo! Hangu  (no, no, coreano)

YO: Ahhh

YO: Anyo Gase’o

INFORMADORA: Anyo Gase’o

Volv’i a encontrar otra oficina de turismo. había dos “informadoras” pero tampoco hablaban otra cosa que coreano. Eso si, llamaron por teléfono y al rato llegó otra que hablaba inglés… peor que Ana Botella!

Visto el asunto en la oficina de turismo, qué puedo esperar en los restaurantes? Si pides la carta te la sacan en coreano, y solo entiendes que los precios. Alguna vez he pedido a ciegas, con la única pista del precio.

Pues eso, que hay que comunicarse en coreano. Por pura supervivencia estoy empezando a chapurrearlo, aunque me son más útiles todavía los gestos y las onomatopeyas. “MUUUU”, “POC POC POC POC POOC” , “NJJJ, NJJJ”

De todas maneras da igual. Cada vez que vas a un restaurante te sacan invariablemente unos 15 platitos, la mitad de ellos que pican como demonios, y tu pareces tener control únicamente sobre el plato principal. Al principio muy bien. Pero a partir de la segunda semana que ya estoy fins els coyons tanto mariconeo de platito con los palillitos y de comer la especialidad local, cerdo, más de la mitad de los días.

La isla está llena de esculturas muy graciosas. Y lo que más me choca es que todavía no he visto un graffiti. En España darían pena.

Vista de 360o desde lo alto de una montaña

 La gente es amabilísima. Es el típico lugar donde dejan las motos aparcadas con las llaves puestas, las casas abiertas…

Aquí, como en el Camino de Santiago, los días son sumamente intensos. Me han pasado tantas!

Un montón de veces me han regalado naranjas. Por el morro. Una vez vino una abuelita en moto adrede a dármelas.

Otro día acabé con unos jubilados jugando a una especie de golf en interior…

Lo dicho, no me quiero ir.

Anyo hi keseo!