Aquí en su día me pilló la pandemia y aquí volví tan pronto pude. Vietnam es mi país favorito, muchos son los motivos, pero os aseguro que la calidad humana de las personas es el mayor de ellos. Es un país amable, seguro, donde las motos se dejan sin candar y con el casco suelto, con espectaculares selvas, montañas, acantilados y playas, precios de ganga, increíbles rutas en moto, caras sonrientes y mucha fiesta si la buscas. Un lugar en definitiva donde abunda la gente feliz y donde al pasar te regalan amplias sonrisas.
Mi objetivo es hacer esta ruta en moto. Tal vez me lleve una semana. Es una de las cosas que me he propuesto hacer, en mi LISTA DE COSAS QUE HACER EN LA VIDA así que vamos allá, no perderé la ocasión, que el tiempo pasa volando y no avisa de las interrupciones que están por venir, ni de pandemias ni accidentes ni enfermedades… .
Se trata quizás de la zona más pobre de Vietnam, justo en la frontera con China, rebosante de cordilleras cársticas increíbles.
El plan inicial era comprar una moto y quedármela, pero para esta ruta se necesita que la moto sea de marchas, así que al final decidí ir en bus desde Hanoi a HA GIANG y allí alquilar una. Los autobuses en el sudeste asiático a menudo son SLEEPERS, tres hileras de literas con camas mínimas, pero para un viaje de 6 horas tampoco está tan mal. Lo malo es que el conductor va continuamente hablando por teléfono, pitando a todo lo que se mueve y haciendo maniobras extrañas. Todas las calles y carreteras en Vietnam tienen cuatro direcciones. Se va por la derecha, pero en los arcenes se puede circular en dirección contraria. Mejor ir despacito y que nos pille confesaos, que estas carreteras dan muchas sorpresas…HA GIANG apenas es un pueblo grande, pero es la capital de la provincia desde la que comienzo ruta. En el mismo hostel alquilo una scooter de 110cc semiautomática, es decir, con marchas. Aunque lo de las marchas es un coñazo pronto llegan las primeras cuestas para demostrar que aquí son necesarias. Tanto para las subidas con mucha pendiente como para hacer freno en las bajadas. El clima es perfecto, se puede ir en manga corta pero no hace calor. Llevo la mochila amarrada con un pulpo al portaobjetos de la moto. Vamos allá!
Conforme me adentro en las montañas más que en el espacio parece que viaje en el tiempo. En esta zona ni siquiera hablan vietnamita, son de etnias distintas a la Kinh, la mayoritaria en Vietnam, con sus propias lenguas.
Es la primera vez cuando busco hoteles casi prefiero que sean un poco más caros… En realidad hay bastantes hotelillos y “Homestays” donde quedarse, pero no están en Booking.com
Seguimos… Hoy hace más fresco, se nota que estoy más alto. El cielo está brumoso. Los paisajes son espectaculares, imposibles. Llevo una chaqueta ligera pero no me iría mal algo más de abrigo. Espero que el frío no vaya a más.
De nuevo hoy ha refrescado mucho. Vamos, que hace frío. Qué suerte que a menudo desde el cielo, junto a la herida nos cae la tirita. Parece un milagro que en medio de las montañas encuentre un puestecito de mercado donde poder comprar una sudadera por un euro y medio de marca “La Cabra”.
Está lleno de “charlies”. Es tal vez la zona más agreste y remota de Vietnam. Aquí es donde Ho Chi MInh fundó su guerrilla y durante años fue la zona en la que los franceses no tenían control, donde comenzó la insurgencia contra Francia y después contra EEUU. Normal. A ver quién entra aquí…
Vietnam está cambiando a una velocidad tremenda. su PIB se ha multiplicado por 10 en los últimos 20 años, y eso se nota. Es un cambio demasiado rápido para ser digerido. Hoy por hoy conviven altísimos edificios y centros comerciales de última generación con campesinos que transportan leña y yerbas en canastos a la espalda hasta deformar sus cuerpos. Frente a los taxis y los modernos “Uber” que puedes pedir desde una app compiten aún los “ciclotaxis”, esos vehículos neocolonislistas donde pedalean señores a menudo de avanzada edad que no encontraron hueco en el que subirse a la modernidad. Incluso en las grandes ciudades es frecuente ver gallinas conviviendo con el tráfico ruidoso, incapaces de entender el loco mundo que les rodea.
Ese crecimiento económico en principio es una fantástica noticia para ellos, claro, pero a mi me da mucha pena ver a esas mujeres mayores en bicicletas cachambrosas y cargadas hasta los topes devoradas por las hordas de motos inclementes de Hanoi, esas costumbres con tanta personalidad que van desapareciendo ante el empuje imparable de la globalización.
Apenas he puesto la 4a marcha desde que salí. Voy a unos 30 o 40 kms/h, fascinado con el espectáculo de bosques escarpados, montañas imposibles, pueblecitos precarios, hombres y mujeres de la etnia local trabajando en el campo con aperos primitivos. Seguro que atropellar a una gallina, chocar con un búfalo de agua o que te salte un perro son motivos de accidente en moto de lo más habitualPuede que acabaran como el perro y el gato, pero el PASADO COLONIAL FRANCÉS dejó un legado notorio y que resulta muy de agradecer. Como los croissants, O como las panaderías, y por supuesto los fantásticos bocadillos. O el gusto por el café. El café vietnamita es mi favorito en el mundo. Todo un aliciente para levantarse cada mañana. Es un café muy fuerte y con gran sabor. Si te tomas más de uno es difícil dormir luego. Qué lástima que no conozcan el descafeinado, no sé cuántos me tomaría al día si lo hubiera.
Para este viaje me propuse varias cosas. Una es aprender vietnamita básico. Vamos, el justo para ligar
Se trata de un idioma endiablado, aunque con la ventaja de que usan el alfabeto latino. Pero el tema de los tonos es imposible, el pronunciarlos y más aún el diferenciarlos cuando los escuchas. Una misma sílaba tiene significados distintos según con cuál de las 5 entonaciones se pronuncie. Puff….
Incluso los pronombres son un cirio. “”yo” y “tú” y el resto de pronombres son una palabra distinta depeniendo de quién tenga más edad o estatus… en fin, espero que ellos sí se entiendan… Lo que no me explico es cómo ganaron la guerra…
Para estudiar vietnamita he creado un mazo de tarjetas ANKI, un buen truco para memorizar
Otra de las faenas que me propuse es escribir la novela en la que ando metido, pero aquí me encuentro con mis problemas de autodisciplina…
Tal vez sea en estos poblados donde se esconde mi media naranja, esa que todos tenemos en algún lugar del mundo y que está hecha a nuestra medida para que seamos felices por siempre. Tal vez se esconda por aquí la muy cabrita…
Mujeres cargando leña hierbas o frutas te regalan al pasar una amplia sonrisa debajo de su sombrero puntiagudo
Y cuando más perdido del mundanal ruido te crees aparecen 15 o 20 scooters en grupo. Llevan dorsales en los que se lee “Epic travel”, son chavales occidentales que llevan protectores para caídas en las piernas y brazos. Muchos de ellos van de copilotos, han contratado a un “easy rider” vietnamita que les lleva detrás. Paran todos a la vez en los sitios programados, sacan fotos clónicas. Duermen a precios abusivos en “Homestays” que son una caricatura de las casas de los locales, con sus niños fotografiables pidiéndoles dólares. Viajar no es lo que era, y cada vez hay menos sitios para hacerlo.
Tras esas montañas, apenas a dos kilómetros ya comienza China. Estas gentes no saben la suerte que tuvieron de caer en esta ladera.
6 comentarios
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Andrea M
20 octubre, 2022, a las 17:08 (UTC 1) Enlace a este comentario
Madre mía, qué montañas y qué verde, me asombran a mí y eso que soy asturiana
¿Llevas gasolina extra en garrafa? ¿Tienes alguna forma de saber dónde estará la siguiente gasolinera?
Lo de que una palabra signifique distintas cosas según la entonación dificulta un poco el aprendizaje de un idioma, desde luego!
Un abrazo Josan y sigue contándonos porfa!
PS. No conocía la frase “a menudo desde el cielo, junto a la herida nos cae la tirita”, me ha encantado.
Elveranomaslargo
26 enero, 2023, a las 12:08 (UTC 1) Enlace a este comentario
Ostras Andrea, que no te contesté… hay muchos puestos de venta callejeros donde a la vez que comidas o lo que sea te venden botellas con gasolina, y también gasolineras de todo tipo, de las más modernas a otras arcaicas que te miden por marcas en el contenedor cuánta gasolina te ponen. Nos vemos pronto!
Tess
20 octubre, 2022, a las 18:06 (UTC 1) Enlace a este comentario
Alucinante tu Viaje… Es todo un reporte fotográfico como todo un reportero de la National Geographic… Ya podrían contratarte!!
Me encanta como describes lo encuentras en tu camino…Pero sería genial que pudieras averiguar la etnia a la que pertenecen los chicos de tan bella foto, pues ya casi haces una labor etnográfica, serías un buen antropólogo… Si logro averiguar a que etnia pertenecen, con gusto te lo diré!!
Definitivamente, das envidia de la buena…!! Ojalá algún día pueda acompañarte por ese mágico país..!!
Cuidate y sigue así, Disfruta y se feliz!!
Te mando Un Abrazo muy Sentido desde las Antípodas… Al otro lado de tu Enorme Piedra Redonda!! Mil Abrazos!!
Alejandro
21 octubre, 2022, a las 16:14 (UTC 1) Enlace a este comentario
Pero que envidia me das con esos super viajes que te arreas, me apunto en mi lista de cosas pendientes a hacer un recorrido en moto por Vietnam.
¿A que para esta noche te iría bien una media naranja como la de la foto de West Lake?
Cuídate
David
22 noviembre, 2022, a las 10:24 (UTC 1) Enlace a este comentario
Increíbles paisajes, increíble viaje.
Muchas gracias por compartirlo.
Como te apañas con el idioma en un sitio tan remoto?
Do they speak inglis?
Elveranomaslargo
25 noviembre, 2022, a las 12:41 (UTC 1) Enlace a este comentario
Ahora ya es muy fácil viajar incluso a los lugares más recónditos. Todos chapurrean el inglés, y los que tienen trato con guiris a menudo hablan muy bien. Además, el “modo conversación” de Google translator es una pasada. Y creo que estamos a dos o tres años de que se popularicen los traductores instantáneos…