(El libro se está vendiendo más de lo esperado. En este mes enviaré la primera transferencia a la ONG HVTO y lo publicaré aquí)

PARTE 1. TRES SEMANAS EN TAILANDIA

El lugar más fácil y agradable, siempre una apuesta segura. Tailandia no decepciona. Por clima, por nivel de precios, por su simpatía budista, por la seguridad, por la facilidad de su visado, por su fiesta, sus “mango-sticky rice”, sus masajes diarios, sus bares con música en directo, sus batidos de frutas en la playa… uno de los mejores lugares del mundo para presupuestos medios y bajos. Ahí que volvimos Naranjito y yo.

Este año descubrimos Hua Hin, un lugar tranquilo y bonito

Con los viajeros de Homesapiens.com

PARTE 2. DOS SEMANAS EN COREA DEL SUR

Otro de mis lugares favoritos donde hacer el guiri. Mi cuarta estancia en este país. Aquí hablé extensamente sobre su psicología social, su forma de vida, sus curiosidades y su relación con el sexo opuesto.

Jeju, ¡qué maravilla de isla!

PARTE 3. TRES SEMANAS EN SHANGHAI

Desde luego no escarmiento. Fa 10 años visité dos veces China. No me gustó, y así de claro lo conté.

Tanto tiempo después me empeño en volver. Fui yo quien insistió en planear tres semanas en Shanghai a pesar de ser un país que te lo pone tan complicado y desagradable. Pero el mundo que viene se está fraguando en China, aquí es donde se están cociendo los grandes cambios que tenemos al caer. Hay que conocerlo.

Algunas cosas han cambiado.

Me llama la atención que casi todas las motocicletas son eléctricas, y que la contaminación no es mayor que la de Bangkok o Ho Chi Min. Tras tantos años ahogándose en sus propios humos empiezan a tomar cierta conciencia ecológica.

Me encanta el servicio de alquiler de bicicletas públicas. Tiene dos diferencias con respecto a los europeos. El primero es que se paga desde el móvil sin necesidad de ir con tarjeta propia. El segundo es que las bicicletas se dejan aparcadas en la acera sin necesidad de estaciones en las que incrustarlas. Cualquier lugar es bueno para dejar la bicicleta, no has de ir buscando un hueco en una estación.

También me llama la atención que ya casi todos los pagos los hacen mediante el móvil de una forma rapidísima y segura. Dicen que ya salen a la calle sin dinero, únicamente con un recargador de batería por si acaso. ¿Cómo no tenemos esto en Europa ya?

Y no me llama la atención por lo previsible lo mucho que se ha globalizado el país. Para lo bueno y para lo malo, el mundo sabe cada vez más igual en cualquier sitio. Los lugares van limando aquellas diferencias que les daban personalidad propia para sustituirlas por estándares globales. Las personas visten cada vez de manera más parecida en cualquier lugar del planeta, las diferentes culturas culinarias se combinan en una omnipresente “cocina global”, las personas viajan e interactúan de una manera similar, centros comerciales clónicos con sus mismos McDonalds y Zaras reinan donde antes hubo bazares, macellums y mercados.

Dicho esto vuelvo a donde hace 10 anys. No. No me gusta China.

Para los estándares europeos siguen siendo unos guarros con muy poca higiene, escupidores de guiñapos callejeros y orgullosos hurgadores públicos de sus cortas narices. En el metro se abalanzan al vagón antes de que nadie haya podido salir, y en las colas se saltan a quien pueden al menor despiste. Sus “aires territoriales” son diminutos comparados a los de los europeos, esa distancia invisible que hay que respetar entre las personas. Sin ningún problema se ponen al lado tuyo tocándote prácticamente. Recuerdo la anécdota en el crucero, estaban cuatro americanos en un jacuzzi de cubierta, y cualquier occidental consideraría el jacuzzi como lleno. ¡Pero no los chinos!. Dos parejas de chinos decidieron entrar en el jacuzzi donde a su juicio quedaba espacio de sobra. La historia acabó, és clar, con los cuatro americanos saliéndose del jacuzzi.

El país no es fácil. A menudo ni siquiera los recepcionistas de los hoteles hablan apenas inglés.

Las distancias son enormes. Una vez recorrimos 20 kms sin salir de Shanghai.

El gobierno chino pone muy complicado visitar China. 120 euros de visado, 50 por la gestión de la agencia, presentar previamente billetes de ida y salida, así como la reserva de la mitad de los días en hotel… ¿por qué hacen esto?

Rafa me da la respuesta. No quieren mochileros. Todo lo que piden no supone problema para quien vaya a China a hacer negocios, pero es un mundo para los mochileros. No quieren jovencitos aventureros que bajo la luna llena hablen de libertad, democracia y amor a las chinitas, ni que les toquen con la guitarra canciones tipo “Libertad, libertad, sin ira libertad…” .

Y es que por si no fuera poco con la pésima internet que tienen, el gobierno chino censura los contenidos de internet. Todo el tráfico en la red está vigilado por ellos. Muchas web con informaciones incómodas están capadas, así como muchas aplicaciones, incluidas Facebook, Güasap, Instagram y todas las de Google. Solo complicándose la vida mediante un VPN (falseando la ubicación), es posible acceder a ellas.

Lo curioso de los adoctrinamientos es que generan cierto síndrome de Estocolmo. Tienen la internet capada y todos los medios de comunicación dando una única visión de la realidad, pero como me decía una china: “No es censura, lo que pasa es que nuestro gobierno nos protege. Gracias a eso nosotros no tenemos terrorismo ni guerras como tenéis en los demás países”. Nadie se considera adoctrinado al parecer.

Lunar, fan de Naranjito y millonaria. ¿Qué más se puede pedir?

PARTE 4. DOS SEMANAS DE CRUCERO

Nada mejor que un crucero para huir de China, para olvidar sus complicaciones y suciedades. No hay plan más cómodo. Con las camisas colgaditas en el armario tu camarote va viajando por el mar. Mientras llega al siguiente destino para que te des un paseo, todas tus ocupaciones son hincharte en los restaurantes y descansar en los jacuzzis y tumbonas. Todas las noches tienes tu espectáculo musical y no falta un gimnasio, actividades de todo tipo y cafeterías con vistas al mar donde dejar el tiempo pasar.

Las paradas de este crucero fueron:

-Busan, Corea del sur

- Taipei, Taiwan

- Manila, Filipines

- Hue, Vietnam

- Hong Kong

Teatro

PARTE 5. UNA SEMANA EN HONG KONG.

Hong Kong desde el crucero

La habitación de hotel más pequeña jamás vista. Foto tomada desde el pasillo. Vaya cambio!