Ahí va copia del artículo que publicó “La vanguardia” sobre mis viajes. Durante un efímero día mi careto compartió portada con Zapatero, Bush, Carod Rovira y compañía en la versión digital. Aunque claro está, perdido por el fondo de la página.
Gracias a Mónica Cebrián, la simpática periodista.
Gracias a Mónica Cebrián, la simpática periodista.
16 de septiembre 2008
La vida es un lienzo en blanco
Soy empleado de una caja de ahorros desde hace 16 años.
Poco a poco fue apareciendo la idea de pedir una excedencia en mi cabeza. Era la única manera de disponer de mi tiempo para hacer lo que siempre quise; viajar, conocer nuevos lugares, culturas, idiomas y formas de entender la existencia. Al tiempo acabó siendo un dilema vital que no podía ignorar; daba mucho miedo arriesgar mi carrera profesional, la fuente de mis ingresos.El mundo era una enorme piedra redonda, llena de lugares increíbles de los que había oído hablar pero que nunca había visitado; llena de gentes que pensarían y vivirían de maneras muy distintas, con costumbres tan diferentes… Pero yo, de mientras, vivía una vez tras otra el mismo día en el banco, mi personal “día de la marmota”. Nada nuevo me aportaban los meses y años que pasaban. De hecho el tiempo pasaba cada vez más rápido, sin dejar apenas ni recuerdos.
Si solo se vive una vez era un pecado no hacer todo lo que quería.
No se si será cierto que el universo conspira para que hagas lo que debes hacer en la vida. Lo cierto es que en breve tiempo coincidió todo, ruptura con la novia, malos cambios en la oficina, posibilidad de alquilar mi casa y otras señales más que me decían: ¡Salta!
Y salté. Y al salir del despacho del jefe de pedir mi excedencia, desaparecieron todos mis miedos y me sentí más feliz que nunca.
De Tailandia al Camino pasando por el Transiberiano
Desde entonces he estado en 22 países, en unas 35 ocasiones.Por medio de la ONG “Tomando conciencia” trabajé como profesor en Sophie, una aldea al norte de Camboya, viviendo con una familia local como uno más, sin electricidad, ni agua… sólo la que sacábamos del pozo. Allí dejé buenos amigos y unos niños encantadores.
Después contacté por internet con otros cuatro españoles. Juntos hicimos un viaje épico, el transiberiano, con varias paradas a lo largo de Rusia, Mongolia y China.
Desde Pekín seguí en tren y bus hasta Vang Vieng, en Laos. Allí me incorporé a trabajar con “Dentistas sin límite”, éramos 16 voluntarios, dentistas la mayoría, que subidos a un camión montábamos de pueblo en pueblo nuestra clínica ambulante. Arreglamos los dientes a cientos de laosianos, mi labor allí era la de recepcionista.
Durante más de dos meses atravesé a pie Francia recorriendo el Camino de Santiago. Caminando día tras día y durmiendo en albergues conocí a personas extraordinarias, me divertí y sentí la libertad de no necesitar más que lo que cabe en una mochila para ser feliz.
Así que compré un paquete de billetes de avión para dar vuelta al mundo. Durante seis meses viajé con mi mochila por países como Estados Unidos, Jamaica, Costa Rica, Japón, Tailandia, India, Finlandia, Israel, Egipto… También trabajé con una ONG en Vietnam, en un granja ecológica.
Ahora mi excedencia ha acabado, sin duda los dos años más intensos de mi vida. Si mi vida fuera una novela mis seis años en la última oficina apenas serían una par de capítulos, y de la excedencia saldrían 20.
Vivencias ganadas
Mal que bien he vuelto al banco y he retomado mi “día de la marmota” particular. Seguramente ha sido este viaje, la vuelta a casa, el que más me ha chocado. Volver a mi vida siendo otro. ¿Qué he ganado con esto? Atrás quedan un montón de personas que pasaron por mi vida y me hicieron cambiar. Y cientos de anécdotas que recordar. Ahora hablo un poco todos los idiomas y tengo nuevas opiniones sobre temas que antes ni siquiera me planteaba.
Ahora pienso, por ejemplo, que la vida es un lienzo en blanco que nosotros hemos de pintar, hay muchas vidas posibles y no hay por qué quedarse con la primera que nos viene. Y claro! Quedan también mis blogs, diarios de viaje que durante dos años fueron mi columna creativa y mi vínculo con los amigos.
2 comentarios
Izan
17 octubre, 2008, a las 13:59 (UTC 1) Enlace a este comentario
Desde luego tomaste la decision de tu vida al pedir la excedencia. Yo me he pasado parte de mi vida planteándome lo mismo, que dentro de unos años tengo que desaparecer y conocer la enorme piedra redonda. Siempre me ha apasionado la idea de irme sin más a conocer el mundo. Sobre todo Asia. Pero claro, aún tengo 20 años y estoy estudiando para introducirme en el mundo laboral. Así que todo esto lo veo como un plan lejano que algún día lograré llevar a cabo. Cuando encontré tu blog me lo leí de arriba abajo, y desde entonces lo sigo por Rss en el Feedreader. Supongo que encontrar este espacio me ha convencido totalmente de que tengo que hacerlo algún día. Ah, también visito el Fotolog /diariodepekin desde que lo pillé en una de tus entradas. Realmente he llegado a admiraros xD.
Nos leemos.
Un saludo y suerte en la vida.
Tess
8 septiembre, 2022, a las 10:10 (UTC 1) Enlace a este comentario
Cada vez que leo un trocito de tu blog me sorprendo por las maravillosas experiencias que has vivido y que Gracias al Universo que siempre conspira a Nuestro Favor, seguirás viviendo!!
A veces parecieras más bien un antropólogo como yo, que vas de país en país, de cultura en cultura, buscando conocer nuevas gentes y experiencias, pero más bien yo diría que en la medida en que tú Camino vas recorriendo, en ese Caminar te vas Encontrando… Vas Encontrando tu Esencia y lo que te motiva a seguir!
Eres indudablemente un Buscador como todos los que somos investigadores, pero en tu caso buscas la Esencia del Ser Humano desde lo pequeño, lo cotidiano… En Aquellas aldeas y pueblos…
Simplemente Maravilloso!! Gracias porque nos inspiras cada día a seguir tu ejemplo y tus búsquedas de alguna manera!!
Un Sentido Abrazo desde el otro lado del Charco!!